Corea del Norte disparó dos proyectiles sin identificar desde su costa oriental, lo que constituye su séptimo test armamentístico de este tipo en menos de un mes, según informaron fuentes militares surcoreanas.
Los proyectiles fueron lanzados hacia el mar de Japón (llamado mar del Este en las dos Coreas) desde la provincia norcoreana deHamyong del Sur, según señaló en un comunicado el Estado Mayor Conjunto (JCS) surcoreano.
El JCS añadió que se encuentra “analizando la situación en caso de lanzamientos adicionales” y tratando de determinar el tipo de proyectiles probados a partir de los datos recopilados sobre su distancia recorrida y altitud máxima alcanzada.
El anterior test armamentístico de Pionyang tuvo lugar el pasado día 16, y fue el sexto de una serie de lanzamientos realizados desde la costa oriental norcoreana con misiles aparentemente de corto alcance.
Seúl cree que con esta ronda de ensayos que comenzaron el pasado 25 de julio tras un lapso de casi año y medio sin pruebas de este tipo, el país vecino trata de perfeccionar nuevos tipos de misiles balísticos de corto alcance.
El Norte, por su parte, afirmó que en los anteriores tests probó “una lanzadera de cohetes múltiple teledirigidos” que constituyen “un nuevo tipo de arma táctica”, y señaló que con ellos enviaba una “advertencia” contra las maniobras militares conjuntas que han realizado en el Sur este mes Washington y Seúl.
Además, la sucesión de lanzamientos norcoreanos tuvo lugar mientras se esperaba el reinicio de sus negociaciones con Estados Unidos para la desnuclearización del régimen que lidera Kim Jong-un.
Durante las últimas semanas, Pionyang ha insistido en sus críticas contra Seúl y contra Washington por dichas maniobras, y ha afirmado que no tiene intención de dialogar mientras vea “amenazas militares” de los dos países aliados.
El régimen norcoreano advirtió ayer viernes a Estados Unidos de que mantener las sanciones sería una equivocación y cargó contra la política de ese país y contra la figura del secretario de Estado, Mike Pompeo, en un comunicado del ministro norcoreano de Asuntos Exteriores, Ri Yong-ho.