DM firme contra LF en nominación presidencial, aunque la “sangre nueva” aun no parece surgir

EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- Descartado el plan reeleccionista y desactivada lo que iba a ser una eventual medición interna de los dos principales líderes del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), el presidente Danilo Medina, sin embargo, parece sigue firme en su propósito de enfrentar a Leonel Fernández en la carrera hacia la presidencia de la República.

Los discursos y los hechos sobre la marcha que lleva la crisis interna en el PLD, evidencian el recrudecimiento del conflicto que mantiene distanciados a los únicos dos que han sido presidentes de la República por el colectivo político de la estrella amarilla y lienzo morado.

La más reciente jugada política de Medina, que lo pone en evidencia contra las aspiraciones presidenciales de Fernández, fue la ratificación de Radhamés Camacho como presidente de la Cámara de Diputados (CD), rompiendo así un acuerdo de alternancia refrendado por el Comité Político del PLD, el cual se venía cumpliendo “al pie de la letra” año tras año.

El predominio del danilismo en el Congreso Nacional, con el apoyo circunstancial y “estratégico” que le ofrecieron dos partidos de oposición y un aliado (PRM, PRSC y PRD), el presidente Medina, que tácticamente no iba a sustraerse de dicho proceso en la Cámara Baja, trazó la idea y decidió apabullar al sector Leonel Fernández en el hemiciclo legislativo, no sin quedar como el ente incumplidor de un acuerdo político que ya antes le había dado control 2-1 en la presidencia de la CD.

No haber cedido a la sucesión establecida, dejando solo con el “apetito” al diputado Demóstenes Martínez (PLD-Santiago), quien estaba llamado a asumir la presidencia de la Cámara de Diputados a partir de la legislatura iniciada este pasado 16 de agosto, no es un tema que definitivamente dividirá al partido morado, aunque así ahonda todavía más las diferencias ya conocidas y manifiestas entre los dos grandes liderazgos peledeístas.

No es un secreto que Medina, impedido de intentar un tercer período de gobierno, busca minar el liderazgo de Fernández, tres veces Presidente de la República, y con ese objetivo recurre a los recursos políticos que tiene en sus manos, robustecidos en su condición de jefe de Estado.

Los métodos del leonelismo contra la embestida danilista, a veces no parecen responder adecuadamente, y fue lo que sucedió, según analistas del tema, durante la escogencia del bufete directivo de la Cámara de Diputados, al presentar una plancha a sabiendas, con anticipación, que el danilismo no iba a respetar el acuerdo de alternancia.

Fue una jugada en la que quedó reflejado como revés político que los partidos Revolucionario Moderno (PRM) y Reformista Social Cristiano (PRSC) votaran contra la plancha leonelista para favorecer, aunque jugando a la división, al sector Danilo.

Toda esta contienda y disputa que pone en riesgo no solo la unidad del PLD, sino su permanencia en el poder más allá del 16 de agosto del 2020, requiere de la construcción de una vía para el entendimiento en el que Fernández estaría llamado a dar el primer paso, si es que le gustará agenciarse el apoyo del gobierno y de Medina, si resulta ser el candidato presidencial oficialista, que es lo más probable que ocurra a juzgar por los niveles de popularidad de sus contrincantes.

Aunque el intento de construir la vía de acercamiento por parte de Fernández, pudiera que tenga el obstáculo de la firmeza que muestra Medina en enfrentarlo, pero más que eso, la desconfianza en el cumplimiento de acuerdo, como de manera implícita lo dejó claramente establecido este domingo el propio Leonel cuando en un acto en La Vega atacó el incumplimiento de la alternancia en la Cámara.

Sobre el interés de que surja “sangre nueva”, una propuesta de Danilo, sin duda que el tiempo corre en contra de que en cuestión de semanas pueda prender un liderazgo, y colocarse al nivel de que pueda vencer en las urnas internas a Leonel Fernández, quien se ve sólido para alzarse con el triunfo en las primarias del 6 de octubre próximo.